lunes, 25 de abril de 2011

MI PADRE Y YO - J.R. ACKERLEY

"De modo que, volviendo a mi padre, eso es lo que pasba por una delas dos jóvenes cabezas a las que habló en la sala de billar de Grafton House en 1912. Recuerdo que confesó haberse iniciado a una edad temprana en la práctica con respecto a la cual le parecía conveninete aconsejar con moderación, y luego aprovechó la oportunidad para añadir -con lo cual se desahogó y a la vez proveyó para el futuro además de para el presente- que en materia de sexo no había cosa que no hubiera hecho, experiencia que no hubiera tenido ni lío en el que no se hubiera metido y del que no hubiera salido, de modo que si alguna vez teníamos necesidad de ayuda o consejo no nos debía dar ninguna vergüenza acudir a él y podíamos siempre contar con su comprensión y solidaridad. De que sus palabras fueron magníficas y amistosas no me di cuenta hasta que fui mayor; el hecho de que nunca las tuviera en cuneta es precisamente la razón de este libro ; incluso en aquel momento mi hermano pensó que el viejo se había portado muy bien; pero a mí, por el contrario, aquello me turbó y escandalizó".

LAS GRANDES FAMILIAS - MAURICE DRUON


"Hacia dos años que había terminado la Gran Guerra. París había resurgido, deslumbrante, en medio de la tierra. Tal vez nunca había sido más fácil el movimiento de los negocios y de las ideas que en ese final del año 1920; jamás el dinero, el lujo, la obra de arte, el libro, el plato raro, el vino, la palabra, el adorno, la quimera se habían difundido con tal profusión. Los doctrinarios del mundo entero gritaban la verdad y la paradoja en los cafés de la rive gauche, y rodeados de ociosos inspirados, de estetas, de revolucionarios permanentes, de sublevados temporares, celebraban cada noche la más grande, la más asombrosa feria de la inteligencia que se haya visto en la historia del mundo. Ministros y diplomáticos de todos los estados, de todos los reinos, se codeaban en las floridas recepciones del barrio del bois. La Sociedad de Naciones, recién creada, había elegidocomo sede de su primera asamblea el salón del Reloj, en el Quai d'Orsay, y desde allí le había asegrudado a la humanidad una era de dicha".



"No, nadie confiesa jamás su terror a la muerte, y esa discreción no es, como suele afirmarse, dignidad; es osbre todo cuidado de no ahuyentar la ayuda de otro. El niño que se da cuenta del instante en que va a apagarse la luz persuade a su madre de que está esperando un beso por ternura; el soldado que canta a voz en grito en la portezuela del vagón una canción picaresca ahoga la angustia que ruge en él sin parar, como un sirena estropeada; la mujer que se ovilla contra la tibieza del amante y la pareja anciana que sigue manteniendo un lecho común llaman amor a su espanto. Nadie, nadie confiesa, por miedo a que su confesión lo aísle como a un apestado, porque la madre, el amante, el capitán, tamibén tienen miedo. todo, las civilizaciones, las ciudades, los sentimientos, las artes, las leyes y los ejércitos, todo es hijo del miedo y de su forma suprema, total: el miedo a la muerte"

lunes, 4 de abril de 2011

UNA CADENA DE ROSAS - JEFFREY MOORE

Jeremy Davenant, experto en las obras apócrifas de Shakesperare, está completamente entregado al amor que le ha marcado el destino: Milena, belleza morena de rasgos hindúes, salvaje, desconcertante e inaprensible, que representa el modelo shakesperiano de la "Dama Oscura". Jeremy, ingenuo, vital y apasionado, está convencido de que su relación ha sido predestinada por la Página, una hoja arrancada al azar de una enciclopedia y que ha convertido en su talismán, un instrumento de suma importancia que ha de guiar sus pasos. Una obstinación que durará hasta que la fuerza de lo real le gane el pulso.