domingo, 30 de enero de 2011

LA MECÁNICA DEL CORAZÓN

"Crucé media Europa para encontrarte. No fue fácil. Extrañaba a Madeleine, Arthur, Anna y Luna, y aún les extraño, de hecho .. Pero quería volver a verte, era mi mayor sueño. Sé que Joe ha vuelto para quitármelo. Hará todo lo que pueda para apartarte de mí. Ya ha empezado, ¿acaso no lo ves?
-¿En serio crees que yo podría volver con él?
-No eres tú lo que me hace dudar, sino su facultad de mermar la confianza que intentamos establecer paso a paso. Ya no te reconozco desde que llegó. Me ha quitado el puesto en el tren fantasma, duerme en nuestra cama, el único lugar en el que estábamos al abrigo del mundo exterior. A la que me doy la vuelta, te cuenta porquerías sobre mi pasado ... Tengo la impresión de que me han desposeído del todo.
-Pero tú ...
-Escúchame. Un día me miró a los ojos y me previno: "Voy a romperte ese corazón de madera en la cabeza, lo romperé con tanta fuerza que ya no serás capaz de amar". Sabe donde apuntar.
-Tú también, al parecer.
-¿Por qué crees que te ha contado la historia del ojo destrozado a su manera?
Ella encoge sus hombros de pájaro triste.
-Joe conoce tu honradez. Sabe cómo prender las mechas de tus cabellos, las que están conectadas con tu corazón de granada. Pero sabe también que bajo tu aspecto de bomba eres frágil. Y que dejando que la duda anide, puedes estallar. ¡Joe intenta debilitarnos para poder recuperarte! ¡Si al menos te dieras cuenta, podrías ayudarme a impedírselo!
Ella se vuelve hacia mí, levantando lentamente las sombrillas de sus párpados. Dos grandes lágrimas caen rodando por su magnífico rostro. Tiene ese extraño poder de ser igual de magnética en el sufrimiento que en la alegría.
-TE QUIERO.
-YO TAMBIÉN TE QUIERO."

sábado, 29 de enero de 2011

AVENTURAS EN ORIENTE DE MIKAEL KARVAJALKA - MILKA WALTARI

"El sultán de los otomanos, representante de Alá, gobernante de los gobernantes, comendador de los creyentes y los no creyentes, emperador de Oriente y Occidente, sha de los shas, gran kan de los kanes, puerta de la victoria, refugio de todos los pueblos y sombra del Eterno - en resumen, el sutlán Solimán, el hijo de una esclava- tenía por aquel tiempo treinta y cuatro años de edad. Sentado, con las piernas cruzadas sobre los cojines de su bajo trono, dejaba sin aliento verle en el resplandor fantástico de su atavío, más rico y fulgurante que el de un ídolo, bajo un dosel constelado de rubíes. Una cascada de perlas gigantes colgaba de las borlas. Una cimitarra damasquinada y de empuñadura sembrada de brillantes estaba a su alcance, y tocaba la cabeza con el turbane de los sultanes, rodeado con una triple tiara de diamantes; su vestido relampagueaba con míriadas de piedras preciosas, y debía ser más pesado de portar que cadenas de hierro. A cada momento, a cada respiración, centelleaba con los colores del arco iris. Sin embargo, yo estaba más interesado en el hombre que se ocultaba entre trantas manifestaciones de gloria".

LA TÍA MAME

"Una vez en el cavernoso salón de tía Mame, que recordaba mucho al decorado club nocturno de Vírgenes modernas, nos alivió mucho ver que estaba lleno de gente con pinta de hombres y mujeres normales. Bueno, tal vez no exactamente de hombres y mujeres normales, pero al menos no había malvados orientales, a excepción de mi tía Mame, que había dejado de ser española y había empezado a ser japonesa"

"Al pensar en lo alocada y deslumbrante que era mi tia Mame en 1929, veo que debió de asustarse de tener que educar a un niño de diez años totalmente desconocido tanto como yo al entrar por primera vez, temeroso y boquiabierto, en el esplendor oriental de su apartamento de Beekman Place. Pero mi tía Mame no era de las que se rinden fácilmente. Mi tía tenía un espíritu animoso de una exploradora de garitos clandestinos. Y , aunque sus ideas sobre la educación infantil tal vez pudieran considerarse un poco heterodoxas, el sistema exclusivo de mi tía Mame funcionó bastante bien a su despreocupada manera".

"Pasé aquel primer verano en Nueva York trotanto detrás de la  tía Mame con mi cuaderno de vocabulario, teniendo breves "conversaciones matutinas" todas las tardes, y siendo visto pero no oído en sus tés literarios, tertulias de salón y cócteles.
Ellos también empleaban un montón de palabras nuevas y, al final del verano, había adquirido mucho vocabulario. Todavía conservo algunas de las hojas llenas de extrañas informaciones espigadas en las soirées de la tía Mame. Una fechada el 14 de julio de 1929 incluye términos tan diversos como : día de la Bastilla, lesbiana, Club Hotsy-Totsy, guerra de bandas, el Ello, daiquiri -aunque no la escribí bien- relatividad, amor libre, complejo de Edipo, móvil, curda ... a partir de ahí mi ortografía se vuelve delirante: narcisista, Biarritz, psiconeurótico, Shoenberg y ninfómana. La tía Mame me explicó todas las palabras que pensó que debía conocer y luego me hizo incluirlas en frases que yo practicaba con Ito, mientras él hacía sus arreglos florales japoneses y se reía."

miércoles, 5 de enero de 2011

Bajo el sol jaguar (III)

"En una palabra, todo ha sido previsto para evitarte cualquier desplazamiento. Si te movieras no tendrías nada que ganar, y todo que perder. Si te levantas, si te alejas aunque sólo sea unos pocos pasos, si piertedes de vista el trono aunque sólo sea un instante ¿quien te garantiza que cuando vuelvas no te encontrarás a otro sentado en él? Tal vez alguien que se te parece, igualito, idéntico. ¡Y vete a desmostrar que el rey eres tú y no él! Un rey se distingue por el hecho de que está sentado en el trono, de que tiene la corona y el cetro. Ahora que estos atributos son tuyos, es mejor que no te separes de ellos ni un minuto.
Está el problema de desentumecerte las piernas, de evitar el hormigueo, la rigidez de las articulaciones: es cierto, es un grave incoveniente. Pero siempre puedes dar un puntapié, levantar las rodillas, acuclillarte en el trono, sentarse a la turca, naturalmente por breves períodos, cuando las cuestiones de estado lo permiten. Todas las noches vienen los encargados de lavarte los pies y te quitan las botas durante un cuarto de hora; por la mañana los del servicio desodorante te frotan las axilas con motas de algodón perfumado.
Se ha previsto también la eventualidad de que te asalten deseos carnales. Damas de la corte, oportunamente escogidas y adiestradas, desde las más robustas hasta las más delgadas, están a tu disposición, por turno, para subir los peldaños del trono y ellas de frente o de espaldas o de costado, son diversas, y puedes despacharlas en unos instantes o, si las tareas del Reino te dejan bastante tiempo libre, puedes demorarte más, digamos hasta tres cuartos de hora; en este caso es una buena norma correr las cortinas del baldaquino, sustrayendo la intimidad del rey a las miradas extrañas, mientras los músicos entonan el camino de ronda con pisadas de suelas claveteadas, un golpeteo de melodías acariciadoras."

Bajo el sol jaguar
Italo Calvino

Bajo el sol jaguar (II)

"Al oir esas palabras sentí de nuevo la necesidad de mirarle los dientes, como ya me había ocurrido durante el trayecto en jeep. Pero en aquel momento se asomó a sus labios la lengua húmeda de saliva, y en seguida se retrajo, como si estuviera saboreando algo mentalmente. Comprendí que Olivia ya estaba imaginando el menú de la cena.
Ese menú -como nos lo ofrecieron en un restaurante que encontramos entre unas casas bajas de verjas sinuosas- sempezó con una bebida roja en un vaso de vidrio soplado a mano: sopa de camarones, extremandamente picante debido a un tipo de chiles que hasta entonces no habíamos probado, tal vez los famos chiles jalapeños. Después cabrito asado, sorprendente en cada bocado porque los dientes encontraban unas veces un fragmento crujiente otras algo que se deshacía en la boca.
"¿No comes?", me preguntó Olivia que parecía concentrada en gustar su plato y en cambio estaba como de costumbre atentísima, mientras que yo me había quedado absorto mirándola.
Lo que estaba imaginando era la sensación de sus dientes en mi carne, y sentía que su lengua me levantaba contra la bóveda del paladar, me envolvía en saliva para empujarme después bajo la punta de los caninos. Estaba sentado allí delante de ella pero al mismo tiempo me parecía que una parte de mí, o yo entero, estaba contenido en su boca, era triturado, desgarrado fibra por fibra. Situación que no era completamente pasiva por cuanto mientras Olivia me masticaba yo sentía que actuaba en ella, le transmitía sensaciones que se propagaban desde las papilas de la boca por todo su cuerpo, que era yo quien provocaba cada una de sus vibraciones: era una relación recíproca y completa que nos implicaba y arrastraba."

Bajo el sol jaguar
Italo Calvino

martes, 4 de enero de 2011

Bajo el sol jaguar (I)

"Justamente eso era lo que yo pedía de la precisa experiencia de Madame Odile: poner un nombre a una conmoción del olfato que no lograba ni olvidar ni retener en la memoria sin que se destiñera lentamente. Tenía que darme prisa: también los perfumes de la memoria se evaporan: cada nuevo aroma que me hacían oler, a la par que se me imponía como algo diferente, irreductiblemente alejado del otro, con su prepotente presencia hacía más vago el recuerdo del perfume ausente, lo reducía a una sombra. " No, más agudo ... quiero decir ... más fresco... no, más desnso..." En ese ir y venir por la escala de los olores me perdía, era incapaz de discernir ya en qué dirección debía seguir mi recuerdo, sólo sabía que en un punto de la gama se abría un vacío, un pliegue oculto donde anidaba el perfume que era para mí toda una mujer."
Bajo el sol jaguar
Italo Calvino

sábado, 1 de enero de 2011

84, CHARING CROSS ROAD



30 septiembre 1968
¿Seguimos todos vivos?
Me he pasado cuatro o cinco años escribiendo libros de historia de América para niños. Estoy completamente metida en materia y he comprado montones de libros de historia americana -en feas ediciones americanas en rústica-, pero no creía que en las viejas masiones señoriales de Inglaterra podrían encontrarse hermosas ediciones inglesas del acta taquigráfica de James Madison de la Convención Constitucional, de las cartas de T. Jefferson a J. Adams y otras cosas por el estilo.
¿Te han hecho abuelo ya? Diles a Sheila y a Mary que sus hijos tendrán derecho a solicitar de obsequio de mi Colección de obras para jóvenes. Eso debería darles prisa para reproducirse.
        Hace poco, un domingo lluvioso, le hablé a una joven amiga mía de Orgullo y Prejuicio, lo leyó y se ha entusiasmado con Jane Austen. Cumple años para la fiesta de Halloween ... ¿podrías encontrarse algo de la Austen para ella? Si tuvieras una colección completa, dime cuánto vale; si es cara, haré que el marido le regale la mitad de los libros, y yo le regalaré la otra mitad.
         Dales recuerdos de mi parte a Nora y a todos los de ahí.

Helene